La UE, por su parte, ha esperado sólo dos días para dar el visto bueno a la solicitud de adhesión de Islandia y todo parece marcar que su procedimiento de adhesión va a conducirse por la vía Express.
El país nórdico tiene en vigor parte del acervo comunitario, como la pertenencia al espacio Schengen de supresión de controles fronterizos; sin embargo, ha sido éste siempre un país contrario a la adhesión a la UE, muy sensible a su singularidad y a su riqueza pesquera. Ahora se ha resignado a entrar por la puerta rápida, en busca de cobijo ante la crisis, pero lo ha hecho en una votación muy ajustada y por un solo voto de la mayoría necesaria. El gobierno socialdemócrata de Jóhanna Sigurdardóttir necesitó esgrimir votos fuera de su partido porque su formación no goza de mayoría suficiente y los Verdes, grupo político con fuerza en Islandia, no se mostraron conformes en su mayoría.
Su entrada me provoca cierto recelo porque Islandia se sumará tarde o temprano al grupo de países euroescépticos y casi con toda seguridad traerá dificultades a la hora de intentar avanzar en materia de tratados e integración.
La UE me recuerda a veces a esos exclusivos clubs ingleses donde no se admite a mujeres o a hombres que no tengan cierto estatus social. Los islandeses pueden entrar por la vía urgente y saltándose un montón de trámites, mientras se mantiene fuera a otros, que llevan años esforzándose por cumplir los requisitos exigidos. La UE se comporta como un club elitista que acepta sólo a los socios que resultan "presentables" y cuyos socios lo son por puro egoísmo, lo que hace una utopía lo de poder avanzar hacia una unión mayor. El nacionalismo es un cáncer muy arraigado en toda Europa y un arma que se utiliza siempre para fastidiar a los demás. Saludos.
ResponderEliminarUn socio como Islandia es a priori más atractivo para la UE, pero tanto trato favorable se vendrá en contra cuando, una vez superada la crisis económica, el país recupere la tendencia anti-europeísta...
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